Rotura controlada: Eliminación de roca en los jardines de un monasterio con CRAS
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Hoy queremos compartir con vosotros un caso reciente en el cual el CRAS ha facilitado la transformación de los jardines privados de un monasterio, permitiendo la eliminación segura y efectiva de una gran roca que había caído.
Tradicionalmente, esta tarea implicaba procesos invasivos y ruidosos que podían comprometer la integridad del entorno circundante y, en este caso en especial, la conservación histórica y el carácter de la edificación. En este contexto, la eliminación de la gran roca se convertía en una tarea crítica. Por este motivo, y para mantener en perfecto estado el monasterio, se escogió la eficacia, seguridad y precisión del CRAS para la ruptura de la misma.
El proyecto comenzó con un meticuloso análisis de la roca caída. Como se puede observar en las imágenes, la roca era densa y extremadamente firme, lo que presentaba un desafío considerable para los métodos de demolición convencionales en este entorno.
Conscientes de estas dificultades, el equipo optó por el uso del CRAS, garantizando la preservación del resto del jardín y asegurando que el impacto ambiental y sonoro de estas modificaciones fuera mínimo, factor crucial en el contexto de un área de gran valor histórico.
En primer lugar, se emplearon técnicas avanzadas para perforar la roca firme, utilizando brocas de 45 mm de diámetro para crear una red de orificios de 0.35 m x 0.35 m. Este esquema meticuloso de orificios garantizó que el material se distribuyese de forma efectiva durante la fase siguiente.
Una vez que los orificios estuvieron preparados, se procedió a preparar la mezcla que posteriormente se utilizaría para rellenarlos. Tras este segundo paso, se procedió a llenar completamente los orificios perforados. Esta etapa es decisiva, ya que la efectividad del CRAS depende de la precisión en la carga de los agujeros.
Después de tan solo 16 horas desde el inicio del proceso, se hizo evidente el impacto del CRAS: la roca se comenzó a quebrar, convirtiéndose en trozos fácilmente manipulables sin generar estruendos ni explosiones, lo que permitió su extracción de manera segura y minimizó cualquier molestia o peligro.