Estamos emocionados de compartir con vosotros un proyecto reciente en el que el CRAS AZUL ha desempeñado un papel crucial en la eliminación controlada de piedra en una obra en curso.
Como hemos mencionado en otras ocasiones, este tipo de tarea conllevaba procesos ruidosos y disruptivos que podían comprometer la integridad del área circundante y afectar el avance óptimo de la obra. La eliminación de la piedra se volvía un aspecto crítico en este contexto. Sin embargo, la intervención del CRAS ha cambiado por completo estas dinámicas.
El proyecto comenzó con una evaluación meticulosa de la pared de piedra, la cual era robusta, compacta y resistente. Conscientes de estas dificultades, la temporada del año y la temperatura de la región, decidimos utilizar el CRAS AZUL, diseñado específicamente para ambientes que oscilan entre los 20 °C y 35 °C.
Es importante destacar que para cada estación del año se fabrica el tipo correspondiente de CRAS. Así, existen diferentes tipos como el CRAS Amarillo (de -5º a 10º) para condiciones más frías, el CRAS Verde (10º – 25º) para temperaturas más moderadas, y el CRAS Azul (20º – 35º) para climas más cálidos.
En este caso, para perforar la piedra de manera efectiva, empleamos brocas de 42 mm de diámetro y seguimos una cuadrícula de, más o menos, 0.40 m x 0.40 m, garantizando una distribución uniforme del material durante la siguiente fase.
Una vez preparados los orificios, procedimos a mezclar los componentes necesarios y a llenarlos. Esta etapa fue crucial para asegurar la precisión en la carga de los agujeros y maximizar la eficacia del CRAS.
Después de cargar el CRAS AZUL el viernes a primera hora de la tarde, el producto actuó durante todo el fin de semana, fragmentando la piedra en trozos manejables sin generar ruido ni explosiones y facilitando su reducción a escombros de manera segura.
