Cada obra es una oportunidad para comprobar cómo la paciencia estratégica y la tecnología de expansión controlada pueden lograr resultados espectaculares. En este nuevo proyecto, el desafío era claro: fragmentar una masa rocosa de gran tamaño sin recurrir a explosivos, adaptándonos a las condiciones climáticas del entorno y aprovechando al máximo el comportamiento progresivo del agente expansivo. El resultado: una demolición perfecta, sin riesgos y sin contratiempos.
Condiciones ideales para una reacción precisa
Durante el desarrollo del proyecto, las temperaturas oscilaron entre los 5 °C y los 24 °C, un rango óptimo para trabajar con CRAS. Estas condiciones favorecieron una reacción controlada y progresiva, permitiendo que CRAS actuara con toda su potencia sin acelerar ni frenar el proceso de manera indeseada. Esta estabilidad térmica fue clave para asegurar que las cargas se expandieran de forma continua, respetando los tiempos naturales de fractura de la roca, sin generar vibraciones ni daños colaterales.
Carga estratégica y tiempos de reacción
Las perforaciones fueron cargadas el jueves 16 de enero a las 17:00 h. Gracias a una planificación meticulosa, el equipo pudo prever el comportamiento del material, y tal como se esperaba, las primeras grietas aparecieron apenas 16 horas después, el viernes 17 a las 9:00 h. Esta primera señal de éxito confirmó que la estrategia de carga y los parámetros térmicos elegidos eran los adecuados. A partir de allí, la fractura fue evolucionando de manera progresiva. El domingo 19 por la mañana ya era evidente el avance del proceso: la roca mostraba importantes niveles de fragmentación y el entorno permanecía completamente estable.
Demolición limpia y lista para el desescombro
El lunes 20 de enero por la mañana, el escenario era el ideal: la roca completamente demolida y el equipo en plena fase de desescombro. Sin explosiones, sin sobresaltos, sin alterar el entorno. Solo una fractura limpia, controlada y planificada al detalle. Este tipo de proyectos demuestran que, con los recursos adecuados y una metodología precisa, es posible realizar demoliciones complejas en plazos ajustados y con resultados impecables. La elección del momento de carga, la lectura del entorno y el conocimiento profundo del comportamiento de CRAS son los ingredientes que garantizan el éxito.
Tecnología, planificación y resultados a la vista
Una vez más, el uso de CRAS como alternativa a los métodos tradicionales demuestra su eficacia y fiabilidad. En contextos donde el tiempo, la seguridad y el entorno son factores críticos, CRAS ofrece una respuesta eficiente, silenciosa y progresiva, adaptada a las necesidades de cada obra. En Kayati, seguimos apostando por soluciones que combinan innovación y responsabilidad, y este proyecto es una muestra más de cómo una demolición inteligente y planificada puede marcar la diferencia.
¡Seguimos adelante, con precisión, seguridad y resultados que hablan por sí solos!